De un tiempo para acá ha habido muchos cambios en mi vida; algunos han sido algo drásticos y me ha costado un buen el adaptarme a ellos. Quejarme sería ridículo ya que, en realidad, sé que todo es parte de crecer y avanzar.
De cualquier forma, las cosas que pasan a mi alrededor y en mi vida no dejan de afectarme o de crear ciertas reacciones que, a veces, me sacan de mi órbita común. Últimamente siento que los cambios se me han dejado venir de sopetón y no es que me dé miedo, pero me estresa un poco la pérdida del control sobre mis propias acciones a causa de las reacciones provocadas por el cambio, uhm!? Sé que tiendo a ser complicada por naturaleza y a dramatizar cuando algo me pasa, pero es que ¿acaso no se vale sentirse abrumado de vez en cuando?.
Platicando con algunos de mis amigos me he dado cuenta de que no soy la única (ash ya sé yo siempre creyéndome el ombligo del mundo) a la que le pasan por la mente tantas dudas y enredos sobre las decisiones tomadas en el pasado. No es que le dé a uno el arrepentimiento o algo por el estilo, pero si pasa que te pones a recapitular lo que has hecho para estar en donde estás, weno, al menos a mi me pasa.
Mi amigosha Mónica suele llamarle "etapa de metamorfosis" (por cierto el libro La Metamorfosis de Kafka es uno de mis favoritos, so recomendado); en dicha etapa solemos aislarnos un poco del mundo "normal" en el que vivimos a diario y nos damos una escapadita a ese mundo exótico en el que sólo vive el YO interior y lo que a uno se le da la gana dejar entrar; ese afán de huir y de alejarse de lo cotidiano suele ser interpretado como egoísmo, y la verdad yo creo que sí lo es, aunque para mi, el ser egoísta es necesario para poner en paz las ideas y saber dar orden a las cosas que queremos hacer.
Mis amigas Luisa e Itzel le dicen "el plan macabro" haha, y también me agrada la idea de ese nombre. Después de todo sólo uno sabe que clase de cosas locas pasan por esa cabecita nuestra en momentos de alta melancolía, nostalgia o ganas de cambiar el rumbo de nuestro viaje en la vida.
Creo que el gran problema por el cual pasamos las personas que solemos ser acusadas de ser "diferentes", es el no poder conformarse con lo que se tiene; esas -a veces malditas- ganas de querer siempre más y no darse por satisfecho hasta haberlo conseguirlo. Esa fuerza que te hace rebelde y hasta indomable; esas ganas de hacer de tu vida lo que te plazca aunque a veces te lleves de corbata a alguien. Eso es egoísmo puro, pero todos sin excepción hemos sido egoístas ¿por qué? ah pues porque a esta vida vinimos a vivir, a disfrutar, a caer, a levantarnos, a soñar, a bailar, a reir, a amar...
Ah ya no sé de que quería hablar, otra vez se me atravezó el amar y ya me dieron ganas de irme a refugiar a mi rincón favorito, abrazar a Fuffer e imaginar todo lo que aún me falta por hacer. Espero que la vida no me juzgue tan duro, no he sido egoísta queriendo hacer daño, he sido egoista queriendo vivir lo que siempre he soñado para que el día en el que me vaya de aquí poder tener una sonrisa y decir "Yeah, hice lo que quise y fui feliz".
De cualquier forma, las cosas que pasan a mi alrededor y en mi vida no dejan de afectarme o de crear ciertas reacciones que, a veces, me sacan de mi órbita común. Últimamente siento que los cambios se me han dejado venir de sopetón y no es que me dé miedo, pero me estresa un poco la pérdida del control sobre mis propias acciones a causa de las reacciones provocadas por el cambio, uhm!? Sé que tiendo a ser complicada por naturaleza y a dramatizar cuando algo me pasa, pero es que ¿acaso no se vale sentirse abrumado de vez en cuando?.
Platicando con algunos de mis amigos me he dado cuenta de que no soy la única (ash ya sé yo siempre creyéndome el ombligo del mundo) a la que le pasan por la mente tantas dudas y enredos sobre las decisiones tomadas en el pasado. No es que le dé a uno el arrepentimiento o algo por el estilo, pero si pasa que te pones a recapitular lo que has hecho para estar en donde estás, weno, al menos a mi me pasa.
Mi amigosha Mónica suele llamarle "etapa de metamorfosis" (por cierto el libro La Metamorfosis de Kafka es uno de mis favoritos, so recomendado); en dicha etapa solemos aislarnos un poco del mundo "normal" en el que vivimos a diario y nos damos una escapadita a ese mundo exótico en el que sólo vive el YO interior y lo que a uno se le da la gana dejar entrar; ese afán de huir y de alejarse de lo cotidiano suele ser interpretado como egoísmo, y la verdad yo creo que sí lo es, aunque para mi, el ser egoísta es necesario para poner en paz las ideas y saber dar orden a las cosas que queremos hacer.
Mis amigas Luisa e Itzel le dicen "el plan macabro" haha, y también me agrada la idea de ese nombre. Después de todo sólo uno sabe que clase de cosas locas pasan por esa cabecita nuestra en momentos de alta melancolía, nostalgia o ganas de cambiar el rumbo de nuestro viaje en la vida.
Creo que el gran problema por el cual pasamos las personas que solemos ser acusadas de ser "diferentes", es el no poder conformarse con lo que se tiene; esas -a veces malditas- ganas de querer siempre más y no darse por satisfecho hasta haberlo conseguirlo. Esa fuerza que te hace rebelde y hasta indomable; esas ganas de hacer de tu vida lo que te plazca aunque a veces te lleves de corbata a alguien. Eso es egoísmo puro, pero todos sin excepción hemos sido egoístas ¿por qué? ah pues porque a esta vida vinimos a vivir, a disfrutar, a caer, a levantarnos, a soñar, a bailar, a reir, a amar...
Ah ya no sé de que quería hablar, otra vez se me atravezó el amar y ya me dieron ganas de irme a refugiar a mi rincón favorito, abrazar a Fuffer e imaginar todo lo que aún me falta por hacer. Espero que la vida no me juzgue tan duro, no he sido egoísta queriendo hacer daño, he sido egoista queriendo vivir lo que siempre he soñado para que el día en el que me vaya de aquí poder tener una sonrisa y decir "Yeah, hice lo que quise y fui feliz".
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